lunes, 23 de noviembre de 2020

LA CAÍDA DEL TURISMO EN ESPAÑA A CAUSA DE LA PANDEMIA

 

En un abrir y cerrar de ojos, el turismo puede pasar de ser el principal motor económico de España a ser condenado. Una pandemia global que eleva las fronteras nacionales y restringe el movimiento al contacto humano. La decisión del gobierno de aislar a los turistas internacionales que visitan el país ha agregado más problemas al departamento paralizado.

Según el acuerdo de los directivos del PSOE y la alianza United We Can, los turistas que lleguen a España a partir del 15 de mayo serán obligados a poner en cuarentena en sus domicilios o residencias durante 14 días para evitar nuevos brotes y propagación del virus. El responsable del Centro de Coordinación de Alerta y Emergencias, Fernando Simón, dijo que esta restricción se debe a que estos turistas pueden provenir de países donde la epidemia no está controlada, lo que puede suponer un claro riesgo de un brote en España.

A mediados de marzo, con la pandemia, la industria del turismo cayó en el caos. Sin embargo, para muchas empresas esto es suficiente, y este deterioro es insoportable. Se espera un otoño difícil, que es seguro para la mayoría de los tejidos producidos, que se perderá a causa de la crisis del coronavirus. Los conocedores de la industria señalaron que en vista de esta situación, una gran cantidad de despidos.


Una serie de datos publicados por agencias oficiales confirmaron que la industria del turismo es la peor. La movilidad nunca se ha restablecido, y parece que no es suficiente. La causa del brote impulsó a Reino Unido, Francia y Alemania a anunciar restricciones a los viajeros que llegan desde España. Esta decisión provocó un golpe de estado en la industria española.
No hay turistas extranjeros. 

En 2019 visitaron el país 83,7 millones de turistas de otros países, un año luz récord de la realidad actual. Entre enero y junio se han perdido 27 millones de turistas y la brecha con el futuro seguirá ampliándose. Los peores casos ocurrieron en abril, mayo, segunda quincena de marzo y los primeros 20 días de junio, el valor fue cero. Después de esa conmoción, comenzó el rebote, aunque muy débilmente.





La nueva normalidad a finales de junio y la apertura de fronteras con los países de la UE el 1 de julio no restablecieron el equilibrio. Según datos facilitados por el Ministerio de Turismo, el descenso en julio fue del 78,7%. Aunque los datos no han aumentado, es difícil para la industria recuperar su potencial. El mayor problema persistente es el miedo al virus, compartido por los turistas y el gobierno, y cada vez hay más restricciones para viajar.

En julio, este fue el primer mes sin previo aviso, y se restableció la libertad de circulación en Europa. En comparación con julio de 2019, el número de pernoctaciones en hoteles disminuyó un 73,4%. Los datos publicados por el Negociado Nacional de Estadísticas (INE) el lunes mostraron que el total de pernoctaciones ascendió a 11,4 millones, frente a 43,2 millones hace un año. Los ingresos acumulados del año también aumentaron un 71,1% en el colapso histórico.






La industria del turismo nacional ha crecido. Los hechos han demostrado que el número de turistas españoles alojados en hoteles en julio disminuyó un 43,2% y el número de pernoctaciones disminuyó un 50%.
Las ocupaciones bajas representan la mitad de los puestos. La primera medida para frenar a las empresas hoteleras es no abrir algunos locales comerciales. Por tanto, según las estimaciones del Negociado Nacional de Estadísticas (INE), el número de espacios abiertos en el séptimo mes de este año fue de 12.068, una disminución del 29,5% respecto a julio de 2019. Entre el número de plazas previstas, la tasa de reprobación es aún mayor: 45%. 

La reducción de la oferta no es suficiente para compensar la caída de la demanda. Por tanto, aunque estamos en pleno verano, aunque se ha reducido el número de plazas ofertadas, la cuota de cada plaza disponible se mantiene en la mitad del año anterior, en un 36%.

Al comienzo de la pandemia, muchos economistas y gobiernos importantes de países desarrollados predijeron una crisis en forma de V: una fuerte caída en el mes más difícil de la pandemia, seguida de una recuperación igualmente fuerte. En este caso, los datos solo se pueden proporcionar hasta junio, cuando el repunte fue pequeño pero insignificante. En el primer semestre cayó un 70,58%. Texto blanco sobre fondo negro: se han detenido más de 28,4 mil millones de euros.

Esta situación no es exclusiva de España, pero debido a su dependencia del turismo, tiene un gran impacto en España, crea más del 12% de la economía. A nivel mundial, la Organización Mundial del Turismo (OMT) estima que los ingresos de la industria caerán en 91 mil millones de dólares a 1,2 billones de dólares para 2020. El impacto del coronavirus supondrá una caída global del PIB entre el 1,5% y el 2,8%.



En conclusión y en mi punto de vista es que si que es verdad que el turismo ha bajado notablemente en estos meses de pandemia, ya que las cifras de turistas ha bajado entre un 78.7% y un 97.7%, y en lo referido ha reservas de hoteles y el gasto de los extranjeros en España ha descendido, las reservas han bajado un 74% y el gasto de los turistas ha bajado bastante ya que en 2019 la media de gastos era de 10.000 millones de euros y en 2020 apenas a llegado a los 200 millones de euros. Y algunas de las medidas que impuso el gobierno para frenar la pandemia y que los turistas puedan venir, es mantener un periodo de cuarentena de 14 días en casa para evitar nuevos rebrotes.




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