Aceleración de la Cuarta Revolución Industrial debido al COVID-19. Lucía Ciudad.

 Como ya todos sabemos, la pandemia que está afectando globalmente a la humanidad ha obligado a millones de personas, especialmente de países del primer mundo, a teletrabajar. Esto se ha llevado a cabo fácilmente para la mayoría, y todo gracias a los recursos a los que podemos acceder hoy en día. El tema que vengo a tratar hoy va relacionado con esto último: ¿Cómo va a afectar el coronavirus en el auge de la ya empezada Cuarta Revolución industrial?

Está claro que esta pandemia va a alterar de manera atroz a las sociedades Occidentales. Estas van a experimentar una fuerte reorganización económica, social e incluso política. La cuarentena, el cierre de fronteras y la atención reducida de servicios públicos y privados eran cosas inimaginables antes de que llegase este famoso virus. Todo esto va a generar una crisis económica global que superará a la de la Caída de Wall Street en 1929 y a la crisis del 2008. En el siguiente gráfico se observa una previsión de la caída del PIB mundial, la cual como se puede ver es enorme. Pero también se puede observar que la remontada prevista para 2021 va a ser aún mayor.

 Ahora bien, volviendo a nuestro sujeto principal, no es un misterio que la cuarta revolución industrial ya estaba en camino. Para los que no lo sepan, esta es la revolución del sector industrial que se caracteriza por la "fusión de los mundos físico, digital y biológico a través de las nuevas tecnologías", según Klaus Schwab (fundador del World Economic Forum). La pandemia, como hemos dicho antes, nos ha obligado a la mayoría a teletrabajar, por lo que el coronavirus va a servir fehacientemente como catalizador de dicha revolución. Gracias a plataformas como Gmail, Google Classroom o servicios de teleconferencias como Google Meet o Zoom, se nos ha facilitado inmensamente la posibilidad de seguir nuestro trabajo desde casa. 

[Esquema que explica las características de cada una de las revoluciones industriales, incluyendo la cuarta]

Esta modalidad de empleo, ya planteada por algunos empresario anteriormente, es la que apunta a ser el futuro según muchos expertos. Según un estudio, el teletrabajo viene para quedarse, y es que el 84% de los jefes de empresas tienen la intención de digitalizar muchos puestos de trabajo, previendo tener al 44% de sus empleados trabajando de manera remota. La cuarta revolución industrial busca eso, optimizar los métodos de trabajos usados hasta ahora. Cuando comenzó la pandemia se pensó que esta revolución iba a ser pausada, pues todas estas tecnologías dejaron de ser fabricadas y vendidas a otros países debido al cierre de fronteras. Pero ha sido todo lo contrario, y nos ha abierto los ojos dentro del mundo de la teleinformación y el procesamiento de datos.

No queda otra que adaptarse a lo que está por venir a pesar de el miedo que se crea al pensar que podemos perder nuestros trabajos actuales o futuros. Pero no todo es lo que parece: los avances tecnológicos han creado más puestos de trabajo de los que ha destruido. En un informe redactado por la economista Saadia Zahidi (WEF) se estima que para 2025 se habrán destruido 85 millones de empleo, pero se habrán creado 97 millones nuevos.

En resumen, esta pandemia aportará una gran crisis económica, social y sanitaria, pero gracias a ella alcanzaremos la buscada y renombrada Cuarta Revolución Industrial, la cual no solo cambiará el sector laboral a como lo conocemos hoy en día sino que además nos introducirá al futuro humano: la digitalización, la nube y la robótica entre otros. Adjunto un vídeo que resume un poco todo lo que he escrito en este artículo.

Yo opino que aunque van a venir tiempos muy duros debido a la crisis económica que va a afectar a todo el mundo, siento que este rápido desarrollo de esta revolución es un rayo de sol en un día nublado, una esperanza que nos queda y que si creemos que podemos alcanzarla lo haremos. Es verdad que será difícil, y que el ser humano teme a lo diferente, por no hablar de las desigualdades sociales que se crearán afectando sobre todo a trabajos que requieran esfuerzo físico,  pero tenemos que convencernos en que tarde o temprano ese será el futuro, y nunca hay que pararse para seguir en el presente. Necesitamos resolver esas desigualdades antes de que ocurran, pues el futuro es inminente. Hay que aspirar a algo más. Siempre. 

BIBLIOGRAFÍA:

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