Qué es, cuál su valor y su importancia
Lucía Xiaoran
Desde hace décadas y hasta hace relativamente poco, se ha considerado comúnmente que la riqueza de un país se basa en la acumulación de bienes tangibles, el capital, o los factores productivos tales como los recursos naturales o el trabajo, los cuales favorecían su expansión económica y desarrollo. Las empresas compraban materias primas, gastaban su capital en infraestructuras o en maquinaria, étc. Pero todo esto está cambiando.
A principios de siglo, y en sintonía con la Cuarta Revolución Industrial, las empresas empezaron a invertir en otras cosas como la formación de los trabajadores, I+D+i, programas informáticos, publicidad, organización... Todo esto son actividades intangibles que no se pueden contar ni medir pero cuyo valor es muchísimo mayor al de cualquier bien material.
Hoy en día, las empresas más grandes del mundo no lo son por poseer gran cantidad de oficinas o personal. Uber, la empresa de taxis más potente del mundo y que se distingue por proporcionar vehículos con conductor a nivel internacional, no posee ni un solo taxi, ni siquiera emplea a los conductores. Como ella, otros gigantes tecnológicos tales como Apple, Microsoft, Facebook o Amazon, son empresas que parecen estar hechas de aire. Pero lo que pasa es que su desorbitado valor se basa en el del conocimiento que poseen, los datos que manejan y su propuesta de valor.
La economía del presente está basada en ideas, y a esta economía se la conoce como Economía del Conocimiento.
· Definición
La llamada “Knowledge Economy” o “Economía del Conocimiento” es definida por la editorial McGraw-Hill como "el sector económico que usa la información y el conocimiento para generar valor y ofrecer a la sociedad productos y servicios que mejoran su calidad de vida." [1]
Esta economía invierte en capital humano y social, fomentando la capacidad de innovar para generar nuevas ideas que se convertirán en productos, servicios, modelos productivos... que impulsen el desarrollo económico y social.
· Impacto sobre el PIB
Este tipo de actividades, las actividades no tangibles, no aparecen reflejadas en la contabilidad de las empresas, ergo no contribuyen al PIB del país, el indicador de riqueza más utilizado. Las seguimos ignorando a pesar de que, según un estudio realizado por Cotec [2], el 52% del valor de las empresas son activos intangibles, y más aún, el 72% de ellos ni siquiera aparecen registrados en ningún sitio.
Si las tuviésemos en cuenta, observaríamos que muchos países son más ricos de lo que parecen. Concretamente, según datos expuestos también por la fundación Cotec, el PIB de España crecería un 3'6%, y eso teniendo en cuenta que la inversión en intangibles en el 2015 era de las más bajas, de un 35%. Sabiendo esto, el potencial que ofrecen es inimaginable.
Se puede ver como en la UE los países del norte lideran la tabla, junto con, obviamente, EE.UU.
El siguiente gráfico muestra el Índice de inversión de ciertos países en I+D+i, uno de los activos intangibles más relevantes.
Observamos que, como ya he mencionado, un gran porcentaje de la inversión en activos intangibles no está contemplado en el PIB. Además, España sigue siendo el país con la inversión más baja.
Y por último, este gráfico muestra el índice de Economía del Conocimiento dividido en los cuatro pilares fundamentales: un incentivo económico que fomente la creación, la difusión y el uso eficiente del conocimiento existente; un sistema de innovación eficaz; una buena educación y recursos humanos conformados por personas educadas y cualificadas; y una infraestructura de información sólida y moderna.
Estos cuatro pilares conforman las condiciones en las que se puede dar un proceso de desarrollo basado en el conocimiento como motor del crecimiento económico.
· Implicaciones
Aunque la tendencia de las empresas sea ajustarse al modelo de económico del Conocimiento, no debemos pasar por alto las posibles consecuencias.
No todas las empresas pueden invertir en intangibles debido a los riesgos y los costes que suponen, de manera que se fomenta la desigualdad entre las que sí pueden, las cuales crecerán debido al auge de este tipo de activos, y las que no, que no podrán competir contra el poder de las primeras.
Pero las desigualdades no solo se producen entre empresas. Para la producción de bienes intangibles se necesita de cierto nivel de estudios, de manera que estas empresas están creando puestos de trabajo difíciles de alcanzar. Además, el auge del conocimiento se da sobre todo en las ciudades, de manera que las diferencias entre zonas urbanas exitosas y el resto del país aumentan. El informe La competitividad de las regiones españolas ante la economía del conocimiento de BBVA [4] señala que las comunidades autónomas que han desarrollado con mayor intensidad la economía del conocimiento registran mayor renta por habitante que el resto y han resistido mejor la crisis en términos de renta, productividad y empleo.
Pero no todo son problemas. Los bienes tangibles e intangibles han existido siempre y han convivido juntos. Todas las ideas requieren de bienes tangibles para ser utilizadas (un software necesita un hardware en el que ser usado) o incluso pueden acabar convirtiéndose en uno (las investigaciones intangibles para las vacunas no son útiles si no se convierten en vacunas tangibles). Unos no pueden existir sin los otros.
· Y ahora, ¿qué nos depara el futuro?
Si echamos la vista atrás, nos daremos cuenta de que el conocimiento siempre ha impulsado la evolución del ser humano. En este caso, en el presente, es también la causa del crecimiento económico. Debemos proteger el conocimiento en cualquiera de sus formas. Es más valioso que cualquier cantidad de dinero, pero mucho más difícil de conseguir. Sin él, sin el capital humano, perderemos mucho más que unos cuantos edificios.
De cara al mañana, personalmente pienso que que España, y también el resto de países pero teniendo en cuenta los datos anteriormente mostrados sobre todo España, deben seguir invirtiendo en bienes intangibles, ya que son el futuro y el futuro no espera (pronto los datos valdrán más que el petróleo), y seguir apostando por una buena educación de calidad, una educación que prepare a la gente para un futuro circular, digital e intangible, y que les incite a crear conocimiento, porque como muy bien se dijo una vez, "el conocimiento es poder".
· WEBGRAFÍA
[1] McGraw-Hill (17 de octubre de 2018). La economía del conocimiento. Disponible en: https://www.mheducation.es/blog/la-economia-del-conocimiento [Consultado 16-01-2021].
[2] COTEC. (2020). #ElValorDeLoIntangible - Economía del Conocimiento. [Youtube] 9 de diciembre. Disponible en: https://youtu.be/wGbLj3-Apyg [Consultado 15-01-2021].
[3] Ferrari, J. (s.f.). "Intangibles, vector de la economía del conocimiento". EL ECONOMISTA. Disponible en: http://cotec.es/media/INTANGIBLES_ELECONOMISTA.pdf [Consultado 18-01-2021].
.- BBC. (2019). "La economía intangible: cómo funciona el capitalismo sin capital". BBC, 7 de julio. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-48842550#:~:text=Junto%20con%20Jonathan%20Haskell%2C%20profesor,personas%20pueden%20ganar%20tanto%20dinero [Consultado 18-01-2021].
.- Hintzmann, C. (2018). "Inversión en activos intangibles, productividad y crecimiento económico". UOC. Economía y Empresa. blog de los Estudios de Economía y Empresa. [Blog]. 31 de julio. Disponible en: https://economia-empresa.blogs.uoc.edu/es/inversion-activos-intangibles-productividad-crecimiento-economico/ [Consultado 18-01-2021].
.- Campo Sáenz, A., Martín Morillo, S., y Martín Rodríguez, L. (s.f.). CRECIMIENTO Y
DESIGUALDAD. Universidad de Salamanca. Disponible en: http://campus.usal.es/~ehe/anisi/Modelizacion_II/Laura/trabajos/crecimiendo_y_desigualdad.pdf [Consultado 18-01-2021].
.- Ramon Admin. (2017). El modelo de negocio de empresas como Uber, Airbnb o Wallapop. Disponible en: https://ramon-asociados.com/blog/modelo-de-negocio-uber-airbnb-wallapop/#:~:text=Uber%20es%20la%20empresa%20de,un%20solo%20taxi%20en%20propiedad.&text=Lo%20cierto%20es%20que%20todas,de%20forma%20constante%20y%20exponencial. [Consultado 18-01-2021].
.- Gaona Rivera , E., Sierra Castillo J.M., González Gómez, D.X. (2017) "El caso de México en comparación
con seis países". CIMEXUS, XII (2), pp 65.
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