Nadie debería desear la existencia de las armas, de la violencia, de las guerras.
Si os dan a elegir entre plantar un árbol o combatir en un conflicto bélico, ¿qué elegiríais?
Yo, sin duda, escogería la primera opción, pues, al contrario de las guerras, ésta contribuye a la mejora del planeta, nuestro planeta.
No obstante, según un artículo publicado en Nature, hace un par de años (2019), el coste de la violencia supuso un poco más del 10% del PIB global. Lo sorprendente de esto es que, si la mitad de este porcentaje se hubiese destinado a implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), estos se habrían cumplido. Del mismo modo, destinando una décima parte de lo gastado en violencia a la transición ecológica y a la restauración de ecosistemas, se podrían alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.
Hay que destacar la importancia de conseguir mejoras medioambientales llegando a cumplir los objetivos dichos en el anterior párrafo:
-El Acuerdo de París, firmado a finales de 2015 por 197 países, tiene como objetivo abordar el cambio climático y sus efectos negativos. Para ello, los países firmantes se comprometieron a reducir sus emisiones. También pretende limitar la subida de la temperatura a nivel mundial en este siglo a 1,5º. Además, ayuda a las naciones más pobres, proporcionándoles financiación climática de modo que éstas se puedan adaptar al cambio climático y pasar a las energías renovables, fomentando así la igualdad.
Los ODS, son 17 objetivos, calificados por la ONU como “el plan maestro para conseguir un futuro sostenible para todos”. Tratan temas como la desigualdad, la paz, el clima, la prosperidad o la justicia:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.